El mundo está lleno de oportunidades. El ingenio humano no conoce límites. Para transformar las ideas en acciones y mejorar las vidas, el PNUD aprovecha los motores del desarrollo.

• La innovación inspira nuevas soluciones. Damos rienda suelta a la innovación para desentrañar las complejidades del desarrollo, abrir nuevas posibilidades y desencadenar transformaciones. ¿Cómo? Haciendo uso de las nuevas ideas de la próxima generación, los inventos populares, los datos y la tecnología.
• La financiación amplía la escala. Nada es posible sin ella. Un mundo con una economía que supera los 100 billones de dólares cuenta con el dinero necesario, pero los ODS hacen frente a un déficit de financiación anual de 4 billones de dólares. Desde los mercados de bonos hasta los presupuestos nacionales, el PNUD coordina y emplea capital público y privado para alcanzar sus objetivos mundiales.
• Las asociaciones generan impacto. Y el PNUD cuenta con todo un mundo de ellas que abarca desde aldeas remotas hasta las salas de juntas de empresas y los órganos de decisión de los gobiernos. Estas redes aprovechan la amplia gama de capacidades, recursos y conocimientos de nuestros asociados.

La solidez de nuestras operaciones es la base de nuestro éxito. Auditorías rigurosas confirman una y otra vez nuestra eficiencia y eficacia a la hora de hacer que cada dólar cuente. Las palabras de nuestros asociados en el desarrollo dan testimonio del carácter duradero de nuestra relevancia y valor. Los múltiples galardones que nos han sido concedidos ponen de manifiesto las muchas formas en las que el PNUD destaca como una moderna organización de desarrollo. Y, por último, contamos con nuestro personal, nuestra mayor fortaleza, paladines en busca de un mundo mejor.

Toda la labor del PNUD es reflejo de mandatos dictados por acuerdos intergubernamentales. Entre ellos figuran hitos como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París sobre el cambio climático, la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo y la revisión cuadrienal amplia de la política. Estos compromisos guían el Plan Estratégico 2026-2029, aprobado por los Estados Miembros de las Naciones Unidas.